The miracle on La Báscula.

Este fin de semana habían olas de 7 y 8 metros en la costa guipuzcoana, un espectáculo incomparable que no tiene nada que envidiar a las famosas olas californianas. Pero el viernes pasado había una ola todavía mayor en la costa catalana, una ola que no paraba de crecer sobre un escenario en un perdido local de la Zona Franca llamado la Báscula. Y sobre la ola, cinco personajes que no pueden parar quietos en todo el rato que dura el oleaje. En una intensidad creciente se les hace pequeño el escenario y no pueden evitar salir de la tabla sobre la que surfean para mezclarse con las propias olas que conforman el público entregado que también se convirtió en parte del espectáculo.

Un Mogo inquieto daba sus primeros chapuzones que luego fueron constantes. Un Birraboy, espectacular voz, que a pesar del apodo animaba a los presentes a abondonar la barra del bar para acercarse más al festín de canciones que esta vez no tenían cronometro en el repertorio de Impromptu. Joan ya es todo un experto en coger olas con su stratocaster y así lo demostró. Y el más benjamín del grupo dejo claro que la edad no es un handicap y que su presencia es cada vez más notable. En esta ocasión fue uno de los centros de atención para el genial público de las primeras filas que puso a hervir el ambiente con sus pogos y sus gritos. Y todos, los 5, acabamos mezclandonos como una parte más del público rematando el set con un Evenflow en honor a nuestros surfistas de referencia.

Un agradecimiento especial a Fran por su guitarra en "Hard to handle" y a los que quisieron estar pero no llegaron a tiempo o no pudieron pero que siempre tendrán un hueco para las siguientes ocasiones. Gracias también al buen rollo de toda la gente de la Báscula y a Black Sun por acompañarnos a compartir el escenario con su potente directo.